Me decían el otro dia, con no poca indisimulada maldad, "no te das cuenta de que sólo escribes tú en el foro".
-Claro que sí, amigo mío!
-"En los foros sólo se dicen tonterias"
-No seré yo el que lo niegue!
Despues de tan profundas reflexiones ajenas, tan gentilmente regaladas sin haber sido pedidas, comencé mi lenta digestión de tanta VERDAD ABSOLUTA (siempre ha levantado en mi un recelo instintivo que alguien sea poseedor de la VERDAD ABSOLUTA, como decía el filósofo "solo sé que no se nada").
Resulta que sí, en los foros se dicen-digo, muchas tonterías.
El foro en el que más participo se parece más a la transcripción de una conversación entre dos compañeros de trabajo. Realmente es eso, el administrador del foro y yo nos contamos cosas y nos avisamos sobre noticias que pueden interesarnos y el resto de los registrados se limita ver, oir y callar. Salvo en contadas ocasiones todas las entradas las hacemos el administrador o yó.
Despues de mi despido de DELPHI visité algunos foros para mantenerme informado, pero había tanto odio y rencor que dejé de visitarlos. La mayoría escribía con seudónimo para poder sentirse "libre", libre de insultar sin consecuencias.
Por esta razón cuando me registré en este foro creado para TODOS los trabajadores de la empresa, sin importar el cargo que desempeñen, decidí hacerlo con mi nombre y mi foto.
Eso me hace pensar bien lo que digo y no caer en insultos. En cuanto a lo de decir tonterías, pues seguro que yo digo-escribo muchas, lo que para mi tiene importancia puede ser una estupidez para otro.
Esta reflexión me lleva a un caso similar, mi blog.
Mi blog es muchisimo menos famoso que el foro, que ya es decir, pero igualmente me sirve de terapia. En él puedo escribir sobre sentimientos, aficiones, publicar fotoreportajes, en fin, que vale para todo y no es demasiado bueno para nada. Es como yó. Cada vez me gusta más escribir en foros, es una forma de comunicarme con personas con intereses que a veces no tienen nada que ver conmigo. El caso más curioso es un cuento que publiqué en el blog, era un cuento por encargo de la profesora de mi hijo, los padres teníamos que reescribir un cuento conocido. El mio era "La sirenita" como me gustó lo puse en el blog, y un día veo un comentario de Ana Brígida Gómez (escritora de la República Dominicana autora del libro "La sirenita de coral"), increible, verdad?
En eso es en lo que se parecen los blogs y los foros a los mensajes de naufrago, esas botellas que se envían con un mensaje dentro para que alguien los rescate. Los mensajes que colgamos nos salvan de la soledad, del vacío, de la incomunicación.
Son mensajes que se lleva la red como si fuera un viento de Levante, vuelan y no se sabe donde pararán ni quien los recibirá. A veces, sólo a veces, son respondidos por otros naufragos.
Otra similitud que encuentro en los foros es que sirven como los avisos a navegantes, para informar de los peligros por los que ya hemos pasado para que otros se aprovechen de nuestras experiencias.
Por eso no es importante cuantas personas visitan mi blog, o cuantos están de acuerdo con mis opiniones del foro, lo importante es que me permiten comunicarme.
viernes, 26 de febrero de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
EL PUENTE DE LAS CANTERAS 1
Cuantas veces habré pasado por él?
Andando, en bici, en coche o en moto?
Ni idea, es igual.
Forma parte del escenario en el que nos desenvolvemos, lo miramos, pero no lo vemos. Ahora lo van a derribar y me paro a verlo más allá de su función de comunicación.
No suelo caminar por aquí, cuando paso en el coche no me fijo en el colegio de las canteras.
Sin embargo este paraje solitario y triste en esta mañana gris, se anima en feria, se llena de vida, de colores y olores que ahora parecen lejanos.
Aquí abajo estaba la estación de Puerto Real, era un pequeño edificio con techo de tejas, no era nada del otro jueves, pero era más cálido y se integraba en el entorno mejor que el edificio cuadriculado que la sustituirá, clón de su hermano en el Puerto de Santamaría.
Ahora estas fotos sólo són de una obra más, cuando pasen algunos años las veremos con la nostalgia de lo que nos falta.
Andando, en bici, en coche o en moto?
Ni idea, es igual.
Forma parte del escenario en el que nos desenvolvemos, lo miramos, pero no lo vemos. Ahora lo van a derribar y me paro a verlo más allá de su función de comunicación.
No suelo caminar por aquí, cuando paso en el coche no me fijo en el colegio de las canteras.
Sin embargo este paraje solitario y triste en esta mañana gris, se anima en feria, se llena de vida, de colores y olores que ahora parecen lejanos.
Aquí abajo estaba la estación de Puerto Real, era un pequeño edificio con techo de tejas, no era nada del otro jueves, pero era más cálido y se integraba en el entorno mejor que el edificio cuadriculado que la sustituirá, clón de su hermano en el Puerto de Santamaría.
Ahora estas fotos sólo són de una obra más, cuando pasen algunos años las veremos con la nostalgia de lo que nos falta.
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