martes, 14 de agosto de 2012

¿La Poza de Santa Isabel o los Hoyos?

Desconocía totalmente que existiera un lugar que se llamara así, ni toda la historia y ficción que hay en torno a ella. Todo empezó así: el domingo 29 de enero de 2012 recuerdo que estaba en El Trocadero con motivo de una ruta histórica que organizamos mi mujer y yo para el grupo de Facebook "Cosas puertorrealeñas que se han perdido", en aquella época éramos colaboradores y nos encargábamos de planificar las rutas.
Tuvimos la suerte de que ese día pudo venir Ernesto Caldelas Lobo,que al ser un apasionado de la historia conoce perfectamente los hechos que se desarrollaron en el caño de La Cortadura y el fuerte de San Luis de El Trocadero. Cuando estábamos comentando la historia de El Trocadero se hizo como una pequeña tertulia entre los participantes en la ruta, en la que intervino un, hasta ese momento, desconocido Manuel Santana Castañeda. A partir de ahí la tertulia pasó a casi monólogo, porque era tan interesante lo que nos estaba contando que no queríamos interrumpirle.
Entre las historias que nos contó había una sobre los "hoyos" que merece la pena escucharla directamente de él , que era más o menos así:
Los hoyos es un agujero de unos 200 m de diámetro que hay junto a la boya nº 5 del caño de La Carraca junto a la punta de La Clica y que tiene la particularidad de que en algunas fotos aéreas que se han hecho se distinguen dos agujeros más pequeños al lado.



Cuenta Manuel que una noche en la que unos amigos suyos estaban pescando junto a los hoyos con dos botes, dejaron a un niño de unos nueve años en uno de ellos y se fueron con el otro a coger agua a El Trocadero. Cuando regresaron el niño tenía un ataque de nervios y el bote estaba lleno de agua. Cuando le preguntaron qué había pasado el niño les contó que había visto salir una luz del hoyo entre un gran oleaje y elevarse hacia el cielo.
En otras ocasiones se han pescado peces "raros" en este sitio, con dientes prominentes y sin ojos, como suelen ser los peces de profundidades abisales. Por eso en estos hoyos los pescadores no solían pescar, o si lo hacían era en grupo. Se cuenta también que se han hecho capturas excepcionales en ese sitio.Esto da un perfil especial a este lugar y lo hace propicio para las leyendas.
Lo primero que hice cuando llegué a casa fue buscar en google maps y realmente se ve un hoyo enorme.

 Seguí buscando por Internet y encontré otras fotos.

En wikimapia incluso está delimitado para que se vea mejor. De la búsqueda de imágenes pasé a la búsqueda total y empecé a alucinar.

- En la página de Misterios de Cádiz se especula con la posibilidad de que sea una base Ovni y se cita que el desaparecido Doctor Jiménez del Oso dio la primicia.
http://misteriosdecadiz.jimdo.com/base-ovni-en-la-bah%C3%ADa-de-c%C3%A1diz/
- Javier Fornell en su blog CATANDUR recoge lo que se sabía en ese momento (2010) sobre la Poza.
http://www.catandur.com/2010/06/poza-de-santa-isabel.html
 - Si te vas a Wikipedia te dice que es una depresión de 300 m de diámetro por 30 de profundidad.
 http://es.wikipedia.org/wiki/Poza_de_Santa_Isabel
- La Guardia Salinera Isleña especula con la posibilidad de que sea una mina romana.
 http://www.guardiasalinera.com/phm_archivos/mineria_romana.pdf
- En el blog  dRuta se habla sobre la Poza y sobre la batalla naval que tuvo lugar allí, así como de las pruebas que hizo Isaac Peral de su célebre submarino.
 http://druta.wordpress.com/category/lugares-de-interes/poza-santa-isabel/
- Sobre la Batalla de la Poza de Santa Isabel también escribe la Guardia Salinera Isleña.
 http://www.guardiasalinera.com/prisiones.htm
- En la biblioteca Cervantes Virtual también aparece mencionada la Poza.
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01327286468573384422802/206036_0003.pdf#search=%22poza%20santa%20isabel%22&page=1
- Pero quien creo que ha sido el artífice de toda la Leyenda de La Poza es Jesús Borrego que la bautizó como "El ojo de Polifemo".
http://jesusborrego.blogspot.com.es/2007/09/el-ojo-de-polifemo-ii-parte.html

Después de ver todo esto, de cómo los hoyos habían pasado a tener nombre histórico y convertirse en La Poza de Santa Isabel, lo que me faltaba era saber la profundidad que tiene; así que me lancé a buscar una carta marina del interior de la Bahía de Cádiz. Aquí empezaron las sorpresas, en NINGUNA aparece el nombre de la Poza de Santa Isabel, pero eso es lo de menos, lo increíble es que en NINGUNA aparece nada en el lugar que está la MANCHA (a partir de este momento empecé a llamarla así, ya que en realidad lo que se ve en las fotos es una mancha que puede provocarla la diferencia de profundidad, que es lo primero en lo que se piensa, pero también puede ser una diferencia de fondo marino, rocas, algas...)

Paralelamente a mis pesquisas Manuel Santana me brindó la oportunidad de navegar hasta las coordenadas que cita Jesús Borrego. Fuimos en su bote El Perdío (del que tengo que escribir más adelante, porque él y su dueño son otra historia no menos interesante). Lo hicimos con pleamar y la verdad es que se apreciaba un color del fondo diferente, por lo que decidimos volver un día que la bajamar nos fuera propicia.
Intrigado por no encontrar referencia alguna a la Poza en las cartas marinas, se me ocurrió ir al Balneario de La Caleta donde se encuentra el Centro de Arqueología Subacuática para ver si me podían dar información. Tuve la suerte de que me atendió Lourdes Márquez Carmona, licenciada en Geografía e Historia, que además acaba de terminar un trabajo sobre  la rendición de la escuadra de Rosily en la Batalla de la Poza de Santa Isabel (1808). Al preguntarle si la Poza y la mancha era lo mismo me aclaró que no conocía de la existencia de la mancha, y que en todo el interior de la Bahía no había profundidades tan grandes, o al menos ella no tenía constancia de ello. Sobre la posibilidad de que fuera una mina romana me aseguró que además de que los romanos no tenían conocimientos ni medios para excavaciones subacuáticas, las minas que tenían los romanos están localizadas en otras zonas. Para su trabajo se había basado en las memorias de Michel Maffiote y la cartografía que había utilizado era la de la época, las cartas náuticas de Tofiño.
Aún así me aconsejó que preguntase en el Instituto Hidrográfico de la Marina. Paralelamente busqué en los visores de cartografía del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, así como las ortofotos de la Red de Información Ambiental de Andalucía dependiente de la Consejería de Agricultura Pesca y Medio Ambiente, y el resultado fue que no aparecía NINGUNA mención a la Poza ni de NINGÚN cráter de ninguna profundidad en esa zona.

Cada vez más intrigado fui al Instituto Hidrográfico para consultar, donde me atendió la señora que dirige el Archivo Histórico (lamento no recordar su nombre porque fue muy amable), quien no sólo me aseguró que NO EXISTE ninguna carta marina en la que aparezca la Poza, sino que esa denominación es la que se le daba a una zona del caño de la Carraca, pero de una forma coloquial usada por los marinos y pescadores de la zona.
Cuando le expliqué las cosas tan diferentes que había visto en Internet me explicó que por ejemplo a la Guardia Salinera le habían comunicado que la Poza no es un cráter, ni la mancha que se ve en Google Maps, pero que no habían rectificado. Me acompañó a la sección de Cartografía donde un oficial me estuvo enseñando los relieves submarinos de la zona y me aseguró que le extrañaría que una Poza de 300 m diámetro y 30 m de profundidad no apareciera en la carta de Tofiño, ya que en esa época se medía por línea cada 25 m.
El 3 de agosto de 2012 Manuel Santana me llevó otra vez a la mancha, esta vez nos acompañaba José Villalpando (otro monstruo que se mueve más que la prima de riesgo), y esta vez la marea era tan baja que nos quedamos en seco antes de llegar a la mancha, por lo que tuvimos que esperar un poco a que subiera la marea para poder llegar.

Como la marea era baja podíamos ver el fondo y se podía observar a simple vista que las algas del fondo eran diferentes en la mancha que en el exterior, pero para comprobarlo nos bañamos y buceamos allí.

Por todo esto mi conclusión es que la mancha la origina una diferencia de vegetación y una diferencia de profundidad de no más de 50 cm con respecto al exterior de la mancha, muy lejos de los 300 m de diámetro y 30 m de profundidad.
Todo esto me lleva a reafirmarme en mi convicción de que Internet es una gran fuente de información basura. La información que se da por cierta en Internet va generando unos "corta y pega" que a su vez van degenerando como si fuera el juego del teléfono. No hay que dar por cierta cualquier cosa por el hecho de que esté publicada en Internet.
Que el hoyo no sea "real" no le quita ni un ápice de interés a la historia que cuenta Manuel, en realidad no importa, es una buena historia.